jueves, 18 de febrero de 2010

De olvidos y traiciones

La traición podría no existir.
Sencillamente uno se olvida, confunde, malentiende.
Lo que la define, acaso, es la afectación de la noción fundante de Justicia.
Así, los olvidos, confusiones y malos entendidos no podrán disimularse cuando sean de una entidad tal que, por definición, exceda lo imaginable.
Boca es un ejemplo reiterado de traición.
Muchos de sus ídolos se han marchado al exilio obligado, rodeados de la más profunda indiferencia.
El peor de los castigos para quienes, habituados al protagonismo impuesto, la espalda llena de palmadas, sufren como nadie la ignorancia en una cola de panadería.
Este parece ser el caso de su arquero y su centrodelantero históricos.
Y mal que pese, tiros sencillos que cambian por gol, goles sencillos que cambian por desvíos, estos tipos han vivido el fenómeno Boca sin pretensiones excesivas ni gestos grandilocuentes.
Parece, siempre es condicional, que no han exigido más de la cuenta.
Les toca un final parecido.
Amoldado a una constante de estos tiempos de lealtades débiles y resultadistas.

DOS

4 comentarios:

Bichicome dijo...

Rapido sube...
Rapido baja...

Dos dijo...

Bichi, menos los precios...

Egocripta dijo...

Primero Racing, ahora Boca.
Hoy lo escuchaba hablar a Riquelme y se me vino a la mente el "me lo pidió mi mamá" no pude evitar reírme.

¿Sigue su queridísimo pincharata?
Hace cuánto que no sé nada de usted. Yo me recibí, ahora podríamos decir que soy mayor (¿?)

Dos dijo...

Dani, ahora es mayor asi que pague los impuestos y sque la basura de 20 a 21 (?)