miércoles, 29 de abril de 2009

Impronta de Judas

Pocas cosas menos dignas y de probada bajeza existen en el mundo que cambiar de equipo.
Una de ellas, quizás, sea negarlo, en inferioridad de condiciones.
Bendito sean los apaleados, los corridos, los apedreados, los salivados, en defensa de sus íntimas convicciones futboleras.
Tiemblen tiranos: no murieron todos lo valientes.

DOS


PD: en compensación pública a Coco, por haber errado impunemente su filiación futbolera.

4 comentarios:

La Mama de Roman dijo...

Hay unas fotitos en Yuso imperdibles

Mariano dijo...

Mirá que llevo 33 años siendo de Racing y con todo lo pasado sigo acá firme, vivando por Lugüercio.
Es un apostolado.

Gabriel dijo...

Mire don Dos. Una de las primeras enseñanzas que le dí a mi hijo, cuando el señorito ya tuvo algo de entendedera y cuando ya puteaba tranquilo a los árbitros, que él mismo no consideraba idóneos, fue que en la vida, se podían modificar algunas situaciones, a saber: Podrá cambiar de cónyuge cuanteas veces le plazca, podrá cambiar de religión, a otra o a ninguna, podrá pintarse los pelos, hasta podría cambiarse el color de su piel, si su bolsillo lo ayuda (consultar con el Dr. Michael Jakson), pero de Equipo de Fútbol, ese que se lleva en la tripa, en la sangre, JAMÁS!!!!!!!!!!!!! Eso no se cambia!!!!!!!!

Un abrazo

Egocripta dijo...

Un capo Mariano, (Y)

Yo llevo 17 años, y tampoco la cambio por nada a la acadé!