Como fogonazos dispersos en medio de sueños actuales, de adulto, se me revelan imágenes de picados en potreros de tierra, con un fútbol gastado, de sol a sol.
Y, cada vez que soy bendecido por esa extraña selección, siento que eso que llaman felicidad, seguro tiene algo que ver con el fútbol.
Alejan por esos mágicos segundos, grises oficinas y trajes a la moda.
Papeles en donde se tramitan otros papeles, consumiendo tiempos necesarios para picados urgentes.
Rompé las redes de esta rutina tediosa, fútbol.
Traenos de regreso a esa Patria anhelada, que es la Infancia.